“Mi trabajo es como un dispositivo, un conjunto de elementos disgregados que conforman una red de relaciones donde finalmente es el visitante, el espectador quien teje el discurso.
Dentro de este dispositivo mi intención es plantear preguntas sobre nuestra condición humana. Y, como esta condición está conformada, a veces, por sujeciones que nos mantienen atrapados. Recrear estas atmósfera supone generar diálogos que permitan identificar zonas abisales , de conflicto para desanudarlas y poder establecer una comunicación. En cierto modo, mi trabajo se asemeja a la de un “mediador” a la de un gestor de contingencias que trata de negociar con la vida y con lo que me construye como individuo, de la manera más libre y honesta que puedo. En ello llevo treinta años de trabajo. Y el arte se ha convertido para mi en el lenguaje con el que interpelo la vida. Es por esto, que la inauguración de una exposición es siempre un motivo de “fiesta”, porque al otro lado de esta interlocución hay más individuos que comparten una visión de la vida con la que me puedo identificar.
Dentro de este dispositivo mi intención es plantear preguntas sobre nuestra condición humana. Y, como esta condición está conformada, a veces, por sujeciones que nos mantienen atrapados. Recrear estas atmósfera supone generar diálogos que permitan identificar zonas abisales , de conflicto para desanudarlas y poder establecer una comunicación. En cierto modo, mi trabajo se asemeja a la de un “mediador” a la de un gestor de contingencias que trata de negociar con la vida y con lo que me construye como individuo, de la manera más libre y honesta que puedo. En ello llevo treinta años de trabajo. Y el arte se ha convertido para mi en el lenguaje con el que interpelo la vida. Es por esto, que la inauguración de una exposición es siempre un motivo de “fiesta”, porque al otro lado de esta interlocución hay más individuos que comparten una visión de la vida con la que me puedo identificar.
Obra
